¿Es mejor tener un equipo lleno de “rockstar” o un “rockstar” de equipo? esta es una pregunta que divide opiniones pero que definitivamente, según estudios, investigaciones y la experiencia, tiene una sola respuesta: es mejor tener un el mejor equipo que los mejores en un equipo.
Pero ¿qué es un “rockstar” de equipo o el mejor equipo? es un lugar donde ninguno es mejor que otro, porque cada persona tiene su lugar y brilla desde sus talentos, capacidades y habilidades.
En otras palabras, el mejor equipo es el que conocemos como un equipo de alto desempeño y en el cual el foco está en la cooperación: si bien cada uno sabe cuál es su rol y tiene sus responsabilidades, las personas colaboran y se interesan por lo que hacen los demás.
Lograr este equipo soñado empieza por el líder, pues es quien debe seleccionar al talento, compartir una visión y movilizar a las personas a trabajar en red.
Pero ojo, que el trabajo no se queda allí, y si bien el líder es el que guía, las personas tienen su responsabilidad en trabajar cada día en pro de los demás.
Pero entonces ¿cómo logramos este gran equipo o equipo ideal? Hoy queremos compartir 5 características para lograrlo:
Tener un objetivo común, en otras palabras, un propósito claro: según Chip Heath y Dan Heath, el propósito se define como la sensación de que aportamos algo a otros, que nuestro trabajo tiene un sentido más amplio. Es en ese punto cuando los equipos deciden cooperar, cuando entienden que es una ganancia para todos y que todos están aportando desde las capacidades de cada uno.
La comunicación como innegociable: en un entorno de confianza, las personas están dispuestas a pedir y a recibir información, así como compartir opiniones y puntos de vista. Cuando en los equipos se promueve la comunicación abierta y directa, se da paso a desarrollar un entorno en el que las cosas se dicen sin pena o miedo de ser castigado, y por ende, los errores se corrigen rápidamente y las ideas pueden crecer con los aportes y visiones de los demás.
Reconocimiento: uno de los puntos más importantes. El reconocimiento no es tarea solo del líder, cualquier persona puede reconocer el trabajo del otro. Un equipo de alto desempeño se retroalimenta a sí mismo y en ese orden de ideas, se reconoce y valora el trabajo de los demás. Según Deloitte, los equipos capaces de valorarse y reconocerse, son 82% más productivos y 62% más resilientes.
Confianza: la seguridad psicológica es la libertad de asumir riesgos en un equipo sin que sus miembros se sientan inseguros o avergonzados. Los equipos más exitosos son aquellos en que sus miembros no tienen miedo a la hora de hacer preguntas y se muestran proactivos a la hora de hacer propuestas sin ser juzgados por los demás.
Libertad y creatividad: el uso eficiente de las ideas es también una garantía de éxito. Un equipo capaz de generar respuestas inteligentes e ingeniosas a los problemas, es un equipo capaz de enfrentarse a cualquier reto. La creatividad debe fomentarse, retroalimentarse y reconocerse .
La Madre Teresa de Calcuta dijo una frase con la que resumimos esta idea: “Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas». Este aprendizaje (dejando de lado el tema religioso) es el que debe prevalecer en los equipos de trabajo, cada persona aporta su conocimiento y juntos logran sacar los retos adelante, porque recuerden, la suma de varios cerebros creativos siempre será más potente que una sola persona pensando y produciendo ideas.
Así que la invitación hoy es a revisar ¿estamos creando superestrellas en los equipos o estamos creando equipos dispuestos a sobresalir por sus talentos?
Escrito por: Caramelo Escaso
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