¿Sirve de algo la gestión del cambio? ¿Para qué necesito gestionar el cambio? ¿Cómo saber cuándo necesito ayuda?
Para comenzar, permítete las siguientes preguntas:
¿La estrategia te exige redireccionar el barco justo en el sentido que llevas años evitando o considerando inadecuado?
¿Llevas años promoviendo e incentivando actitudes y prácticas en tu organización que hoy te restan competitividad y te tienen en riesgo frente a los mercados y la conexión con las nuevas tendencias organizacionales y globales?
¿Cuentas en la organización con el conocimiento y capacidad requeridas para redireccionar el rumbo de las cosas y cuentas con un entorno favorable a la adaptabilidad y capaz de contener con apertura y asertividad transformaciones que privilegien el futuro?
¿Tienes el riesgo de perder talento clave si no contienes asertivamente los impactos del cambio?
¿Las decisiones cuentan con un entorno capaz de acogerlas y transitar el reto que implican hasta lograr su incorporación y sostenibilidad, asumiendo con madurez organizacional las consecuencias que trae?
¿En la toma de decisiones los líderes y, en consecuencia, en las actuaciones cotidianas de los equipos, se privilegia la confianza en el talento y su criterio y la apertura a incorporar los retos que están de puertas para afuera?
¿Abrir espacio a nuevas voces y estilos de liderazgo toma más de un año y muy pocas veces logra permanecer o consolidarse?
¿La sociedad en su conjunto, la junta y/o los inversionistas les están evidenciando el sentido urgente de cambiar pero emprender el camino para lograrlo se muestra difícil, largo y tortuoso?
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, entonces necesitas gestionar el cambio de manera intencionada y experta.
DÓNDE PONER LOS ÉNFASIS EN LA GESTIÓN DEL CAMBIO
No es suficiente ser sensible a lo humano, conversar con empatía, promover encuentros de sensibilización y actividades de cohesión de equipo. Adicionalmente se requiere método, profundidad epistemológica y conceptual para retar la visión y formas actuales de hacer las cosas. Además se requiere buen humor, apertura al error y experticia para contener los impactos del cambio y mitigar sus riesgos; sensibilidad humana, orientación al trabajo en acupuntura, talento y herramientas para conectar las decisiones técnicas, la cultura y la comunicación en un mismo marco de acción.
El éxito de iniciativas de transformación cuyo sentido está en que se consoliden y se hagan sostenibles y duraderas, depende, en gran medida, de una cuidada estrategia de gestión del cambio. El principal valor de gestionar el cambio, radica en aportar sensibilidad y movilización de las personas impactados e involucradas en el cambio, promover de manera intencionada conversaciones que retan la visión actual, ampliando entendimientos que allanan el camino a nuevos enfoques, nuevas maneras de hacer las cosas y de relacionarse tanto internamente como con el entorno. Aporta también velocidad y disposición a aprender nuevos rumbos, aun en el desacuerdo, la imperfección, las no definiciones y el malestar propio de las fricciones que emergen en todo proceso de alta interacción. Un estratega de gestión de cambio se asegura de que el cambio fluya, se mueva, incluso aunque incomode, limitando la tendencia a la parálisis intencional o inconsciente.
La gestión del cambio permite naturalizar las tensiones, sacar los temas de los pasillos y escritorios para ponerlos sobre las mesas, en diálogos abiertos que permita visibilizarlos y gestionarlos. También aporta particular cuidado en el desarrollo del potencial de liderazgo tanto en los equipos a cargo de la iniciativa, como en algunos actores de la
organización identificados como claves durante el proceso, propiciando un entorno saludable que favorezca el gobierno de quienes están a cargo de las decisiones y propiciando un entorno saludable que active en la organización la capacidad de retroalimentación constante y propositiva en un sentido profundamente humano de ayuda y colaboración, conscientes de que si a quienes lideran los cambios les va bien, a la organización le va excelente. En reciprocidad, la gestión del cambio aborda el empoderamiento a los líderes en la escucha activa, sensible y orientada a la refle-acción que los aleje de la tentación de la arbitrariedad justificada en el afán y, por el contrario, les aporte herramientas para avanzar en el círculo virtuoso de velocidad- escucha- criterio - decisión y comunicación.
Si esta conversación te hace sentido, entonces puedo ayudarte.
“Nadie puede ayudar a quien no ha pedido ayuda. Este es el primer paso”
Por:
Laura González Pérez
Miembro Comunidad Caramelo Escaso
Buen artículo!